Cuba, donde saber no cuesta nada
Es el único país de Latinoamérica donde todos los niños y niñas en edad escolar van al colegio y la enseñanza es gratuita, incluyendo la universitaria, la artística y la especial
Estudiar en Cuba es gratuito: los alumnos no pagan matrículas ni los libros de texto. FOTOS: RAQUEL PÉREZ
Esta semana
más de dos millones de cubanos acudieron a las aulas para iniciar o continuar
sus estudios. Se trata de la sexta parte de la población de la isla y está
compuesta por niños, jóvenes y hasta abuelos. Cuba es el único país de América Latina en el
que todos los chicos en edad escolar, sin excepción, van a la escuela,
donde toda la enseñanza es gratuita, incluyendo la
universitaria, la artística y también la especial, para aquellos niños que
sufren minusvalías.
Estudiar en
Cuba es bastante fácil, no se paga matricula ni siquiera en la universidad y los
libros son entregados gratuitamente por cada escuela, secundaria,
preuniversitario o facultad, con el único compromiso de devolverlo en buen
estado al finalizar el curso escolar. Hay universidades en todas las capitales
provinciales y estas cuentan con residencias gratuitas para albergar a los
estudiantes que viven en el campo. Semejantes facilidades masificaron la
enseñanza y transformaron la economía nacional.
Hoy
los mayores ingresos de Cuba provienen de la venta de servicios profesionales,
médicos, maestros, ingenieros, entrenadores deportivos y un largo etc.. Pero la
historia comenzó en los primeros años de la revolución, cuando la educación se
convirtió en prioridad de la nación y se impulsó una campaña de alfabetización
masiva que llegó hasta los lugares más intrincados de las montañas para enseñar
a todos los cubanos a escribir y leer. Fue el cimiento sobre el que se construyó
un sistema general de educación que graduó a más de un millón de
profesionales.
La
enseñanza primaria hasta 9º grado es obligatoria y se considera un derecho de la
infancia, al punto que incluso sus padres tienen la obligación de
respetarlo. Los trabajadores sociales vigilan
que todos los niños acudan a la escuela y no enviarlos puede implicar la perdida
de la custodia del menor. Para estos casos y otros de desamparo filial
existen escuelas-residencia donde el Estado les garantiza la manutención hasta
los 18 años o más si están estudiando en la universidad.
Durante la
crisis económica de los años 90, cuando desaparecieron todos los socios
comerciales de Cuba de un día para otro, la educación fue uno de los sectores
que más sufrió. Miles de maestros dejaron las aulas en busca de mejores
salarios, sus sustitutos no tenían la preparación adecuada y los centros
docentes se deterioraron fiscalmente. Sin embargo, nunca se quedaron niños sin
escuela, ni siquiera los que viven en las montañas, donde las aulas funcionan
con paneles solares porque no hay electricidad.
En
estos momentos las reformas también llegan a la educación en Cuba, pretenden
hacerla sostenible, con un uso más racional de los recursos. Se vincula la
universidad a las posibilidades de la economía cubana, lo cual quiere decir que
se dejarán de formar filólogos para que terminen de porteros de hotel, mientras
el país necesita médicos, ingenieros, carpinteros o albañiles. En ese sentido
aumentan las plazas en los tecnológicos y se crean escuelas de oficios donde
poder formar mano de obra especializada, una especie casi extinta en el
país.
Dentro de
esos cambios se le da un especial impulso este año a la formación de médicos y
trabajadores de la salud, hay 80.000 alumnos, 10.000 de ellos extranjeros que
estudian también de forma gratuita. Esta inversión cubana es bastante lógica
dado que la venta de servicios médicos en el
extranjero representa el mayor ingreso del país, mucho más que el turismo y las
remesas familiares juntos. La reciente contratación de 4.000 galenos para
Brasil parece indicar que también en el futuro continuará siendo el sector
económico más importante.
Pero más
allá de las dificultades, las crisis y los cambios, lo cierto es que este año se
mantienen todos los cursos regulares, 800 niños recibirán clases profesionales
de ballet sin que les cueste un centavo, seguirá funcionando la Universidad del
Adulto Mayor para que los abuelos inicien estudios de todo tipo y decenas de
miles de chicos con minusvalías acudirán a las escuelas especiales, donde se les
enseña a descubrir sus habilidades y a sacar el máximo partido de ellas.
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