Cuál no ha sido mi asombro al leer en la prensa que existía un chico en España que se dedicaba a entrar de gorra a reuniones de alto copete, hacerse pasar por pariente del rey,noble, o un amigo. Así llegó a retratarse con ministros, empresarios importantes, y nadie sospechaba de él. Vaya, lo que hace mucha gente en las bodas,que como nadie les pregunta si van por la novia o por el novio, se ponen morados comiendo. Luego se marchan, con el estomago lleno. Pues esto, pero mucho más a lo grande, hacia "Le petit Nicolas" nuestro, con la diferencia de que era un personaje real, , no de cómic. Y que ha terminado siendo una celebridad. Además, ¡se parecen mucho el falso y el real!. Parece uno de caricatura del otro.
Para quitarse el sombrero. Que caraduras artistas también los hay, y éste es un virtuoso.
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