Sobre la Vejez – Cicerón
- “Para quienes no tienen ningún recurso interior con el que vivir bien y felizmente, cualquier edad es pesada”.
- “Todos desean alcanzar la vejez y, una vez que lo han hecho, se quejan de ella”.
- “El problema de las quejas sobre la vejez, está en la forma de ser, no en la edad. Efectivamente, quienes son mesurados y no intratables y gruñones viven una vejez llevadera; en cambio, el mal carácter y la dureza son molestos a cualquier edad”.
- “Los que no son conscientes de sus defectos y sus culpas se las cargan a la vejez”.
- “Cuatro razones por las que la vejez puede parecer miserable: una, porque impide hacer cosas; dos, porque debilita el cuerpo; tres, porque priva de casi todos los placeres, y cuatro, porque no se encuentra lejos de la muerte.
- “Un anciano no hace lo que los jóvenes, pero hace cosas mucho más importantes y mucho mejores. Las grandes hazañas no se llevan a cabo con las fuerzas, la velocidad o la agilidad de los cuerpos, sino con el consejo, el prestigio y el juicio”.
- “La temeridad es propia de la edad en flor, y la sabiduría, de la que envejece”.
- “Permanecen las capacidades en los ancianos si permanecen el interés y la ocupación”.
- “No hay nadie tan viejo que no piense que puede vivir todavía un año”.
- “La vejez de los ancianos se hace más llevadera cuando la juventud los frecuenta y les muestra su afecto”.
- “Lo apropiado es usar lo que uno tiene, y cualquier cosa que se haga, hacerla a la medida de las fuerzas”.
- “Es conveniente que la conversación de un anciano sea sosegada y tranquila y con frecuencia el propio discurso meditado y sereno de un anciano elocuente se gana a la audiencia”.
- “La falta de fuerzas en la vejez se produce más a menudo por defectos de la juventud que por problemas de la vejez, pues una juventud entregada a los placeres, junto con la falta de moderación, entrega a la senectud un cuerpo agotado”.
- “Tampoco he estado nunca de acuerdo con el consejo de aquel viejo y alabado proverbio que dice: <si en la vejez quieres durar, pronto la has de empezar>. Yo, desde luego, prefiero no ser viejo durante mucho tiempo que serlo antes de serlo”.
- “Debe haber un empleo moderado las fuerzas: que cada uno haga el esfuerzo que pueda, verá cómo así no echará mucho de menos la fuerza”.
- “¿No hay fuerzas en la vejez? Tampoco se le piden fuerzas a la vejez. Nuestra edad está exenta de las tareas que no pueden sostenerse sin fuerzas. De esa forma, no nos vemos obligados a hacer lo que no podemos, y ni siquiera hemos de hacer todo cuanto podemos”.
- “Hay muchos ancianos que están tan debilitados que no pueden encargarse en absoluto de ninguna de las obligaciones y tareas de la vida. Pero éste no es un problema propio de la vejez, sino que compete a la salud”.
- “Hay que resistir a la vejez y compensar con diligencia sus problemas: hay que pelear contra la vejez como contra la enfermedad. Hay que cuidar la salud, hay que hacer ejercicio moderado, hay que comer y beber para reponer fuerzas, no para aplastarlas. Y no sólo hay que ayudar al cuerpo, sino mucho más a la mente y al ánimo, pues estos también se extinguen en la vejez, como la lámpara, si no se la impregna de aceite. Los cuerpos se hacen más pesados con el cansancio del ejercicio; las mentes, al revés, se aligeran haciéndolo”.
- “Dicen que la vejez priva del placer. Pero ¡qué regalo inmenso de la edad si nos quita el mayor defecto de la juventud!. (…) Bajo el dominio del deseo no hay lugar para la moderación, ni en el reino del placer puede consolidarse la virtud. (…) Cuanto más intenso y duradero se hace el deseo, más va extinguiendo toda la luz del intelecto. (…) Ya que no podemos resistirnos al placer con nuestra razón y nuestro entendimiento, hemos de estar enormemente agradecidos a la vejez, que logra que no apetezca lo que no conviene”.
- “Nada que no se desee, se añora”.
- “Para los que están saciados y satiafechos, es mucho más agradable no tener deseos que disfrutarlos, aunque no carece de ellos el que no los echa de menos”.
- “La vejez es, por naturaleza, muy locuaz”.
- “No sé si puede haber una vejez más feliz que la de disfrutar con el cultivo del campo,(…) por la diversión que proporciona”.
- “La edad no nos impide mantener el interés por las cosas y, especialmente, por el cultivo del campo hasta el último momento de la vejez”.
- “El prestigio es la corona de la vejez”.
- “Tiene la edad, particularmente la de los que han ejercido cargos públicos, un prestigio que vale más que todos los placeres de la juventud”.
- “Es desdichada la vejez que necesita defenderse con discursos. Ni las canas ni las arrugas pueden adquirir autoridad de repente, sino que es la vida anterior vivida con honestidad la que toma los últimos frutos del prestigio”.
- “Hay viejos impertinentes, apesadumbrados, iracundos y difíciles. Y si buscamos bien, incluso avaros; pero estos defectos son propios del carácter, no de la vejez”.
- “Así son las cosas: del mismo modo que no todos los vinos se avinagran con la vejez, tampoco lo hacen todos los caracteres. Yo apruebo la severidad en los ancianos, pero, si es moderada, como otras cosas; la acritud, en absoluto. Ahora bien, qué pretende la avaricia de los viejos, eso sí que no puedo entenderlo. ¿Puede haber algo más absurdo que buscar más vitualla cuando menos viaje queda?”.
- “¡Pobre anciano el que no vea que hay que despreciar la muerte después de tan larga vida!. No hay que darle importancia alguna, si el espíritu se extingue por completo, o hay incluso que desearla, si le conduce a uno a algún lugar en el que va a existir eternamente”.
- “La juventud tiene muchas más ocasiones de muerte que la vejez”.
- “Cada uno debe contentarse con el tiempo que se le ha dado para vivir”.
- “La vejez no tiene fijado un límite”.
- “La vejez es más animosa cuanto más valiente haya sido la juventud”.
- “El fin óptimo de la vida es aquel en el que, con la cabeza en plenas facultades y los sentidos en funcionamiento, la propia naturaleza disuelve lo que ella misma ha unido”.
- “Lo que provoca la saciedad de la vida es la falta de interés por cualquier estudio”.
- “Del mismo modo que los intereses de las etapas anteriores de la vida acaban, acaban también los de la vejez. Cuando esto sucede, el cansancio por la vida ofrece el momento oportuno para la muerte”.
- “Los más sabios mueren con el mayor sosiego de ánimo y los más necios, con gran desasosiego”.
- “Me voy de la vida como de un hotel, no como de mi casa. La naturaleza nos concedió la posibilidad de pasar una temporada en una hospedería, no de habitarla”.
- “Si me equivoco en esto, en creer que las almas de los hombres son inmortales, me gusta equivocarme”.
- “La vejez es en la vida como el final en una obra de teatro: debemos evitar cansarnos de ella, especialmente cuando se une a la saciedad”.
- “Todos desean alcanzar la vejez y, una vez que lo han hecho, se quejan de ella”.
- “El problema de las quejas sobre la vejez, está en la forma de ser, no en la edad. Efectivamente, quienes son mesurados y no intratables y gruñones viven una vejez llevadera; en cambio, el mal carácter y la dureza son molestos a cualquier edad”.
- “Los que no son conscientes de sus defectos y sus culpas se las cargan a la vejez”.
- “Cuatro razones por las que la vejez puede parecer miserable: una, porque impide hacer cosas; dos, porque debilita el cuerpo; tres, porque priva de casi todos los placeres, y cuatro, porque no se encuentra lejos de la muerte.
- “Un anciano no hace lo que los jóvenes, pero hace cosas mucho más importantes y mucho mejores. Las grandes hazañas no se llevan a cabo con las fuerzas, la velocidad o la agilidad de los cuerpos, sino con el consejo, el prestigio y el juicio”.
- “La temeridad es propia de la edad en flor, y la sabiduría, de la que envejece”.
- “Permanecen las capacidades en los ancianos si permanecen el interés y la ocupación”.
- “No hay nadie tan viejo que no piense que puede vivir todavía un año”.
- “La vejez de los ancianos se hace más llevadera cuando la juventud los frecuenta y les muestra su afecto”.
- “Lo apropiado es usar lo que uno tiene, y cualquier cosa que se haga, hacerla a la medida de las fuerzas”.
- “Es conveniente que la conversación de un anciano sea sosegada y tranquila y con frecuencia el propio discurso meditado y sereno de un anciano elocuente se gana a la audiencia”.
- “La falta de fuerzas en la vejez se produce más a menudo por defectos de la juventud que por problemas de la vejez, pues una juventud entregada a los placeres, junto con la falta de moderación, entrega a la senectud un cuerpo agotado”.
- “Tampoco he estado nunca de acuerdo con el consejo de aquel viejo y alabado proverbio que dice: <si en la vejez quieres durar, pronto la has de empezar>. Yo, desde luego, prefiero no ser viejo durante mucho tiempo que serlo antes de serlo”.
- “Debe haber un empleo moderado las fuerzas: que cada uno haga el esfuerzo que pueda, verá cómo así no echará mucho de menos la fuerza”.
- “¿No hay fuerzas en la vejez? Tampoco se le piden fuerzas a la vejez. Nuestra edad está exenta de las tareas que no pueden sostenerse sin fuerzas. De esa forma, no nos vemos obligados a hacer lo que no podemos, y ni siquiera hemos de hacer todo cuanto podemos”.
- “Hay muchos ancianos que están tan debilitados que no pueden encargarse en absoluto de ninguna de las obligaciones y tareas de la vida. Pero éste no es un problema propio de la vejez, sino que compete a la salud”.
- “Hay que resistir a la vejez y compensar con diligencia sus problemas: hay que pelear contra la vejez como contra la enfermedad. Hay que cuidar la salud, hay que hacer ejercicio moderado, hay que comer y beber para reponer fuerzas, no para aplastarlas. Y no sólo hay que ayudar al cuerpo, sino mucho más a la mente y al ánimo, pues estos también se extinguen en la vejez, como la lámpara, si no se la impregna de aceite. Los cuerpos se hacen más pesados con el cansancio del ejercicio; las mentes, al revés, se aligeran haciéndolo”.
- “Dicen que la vejez priva del placer. Pero ¡qué regalo inmenso de la edad si nos quita el mayor defecto de la juventud!. (…) Bajo el dominio del deseo no hay lugar para la moderación, ni en el reino del placer puede consolidarse la virtud. (…) Cuanto más intenso y duradero se hace el deseo, más va extinguiendo toda la luz del intelecto. (…) Ya que no podemos resistirnos al placer con nuestra razón y nuestro entendimiento, hemos de estar enormemente agradecidos a la vejez, que logra que no apetezca lo que no conviene”.
- “Nada que no se desee, se añora”.
- “Para los que están saciados y satiafechos, es mucho más agradable no tener deseos que disfrutarlos, aunque no carece de ellos el que no los echa de menos”.
- “La vejez es, por naturaleza, muy locuaz”.
- “No sé si puede haber una vejez más feliz que la de disfrutar con el cultivo del campo,(…) por la diversión que proporciona”.
- “La edad no nos impide mantener el interés por las cosas y, especialmente, por el cultivo del campo hasta el último momento de la vejez”.
- “El prestigio es la corona de la vejez”.
- “Tiene la edad, particularmente la de los que han ejercido cargos públicos, un prestigio que vale más que todos los placeres de la juventud”.
- “Es desdichada la vejez que necesita defenderse con discursos. Ni las canas ni las arrugas pueden adquirir autoridad de repente, sino que es la vida anterior vivida con honestidad la que toma los últimos frutos del prestigio”.
- “Hay viejos impertinentes, apesadumbrados, iracundos y difíciles. Y si buscamos bien, incluso avaros; pero estos defectos son propios del carácter, no de la vejez”.
- “Así son las cosas: del mismo modo que no todos los vinos se avinagran con la vejez, tampoco lo hacen todos los caracteres. Yo apruebo la severidad en los ancianos, pero, si es moderada, como otras cosas; la acritud, en absoluto. Ahora bien, qué pretende la avaricia de los viejos, eso sí que no puedo entenderlo. ¿Puede haber algo más absurdo que buscar más vitualla cuando menos viaje queda?”.
- “¡Pobre anciano el que no vea que hay que despreciar la muerte después de tan larga vida!. No hay que darle importancia alguna, si el espíritu se extingue por completo, o hay incluso que desearla, si le conduce a uno a algún lugar en el que va a existir eternamente”.
- “La juventud tiene muchas más ocasiones de muerte que la vejez”.
- “Cada uno debe contentarse con el tiempo que se le ha dado para vivir”.
- “La vejez no tiene fijado un límite”.
- “La vejez es más animosa cuanto más valiente haya sido la juventud”.
- “El fin óptimo de la vida es aquel en el que, con la cabeza en plenas facultades y los sentidos en funcionamiento, la propia naturaleza disuelve lo que ella misma ha unido”.
- “Lo que provoca la saciedad de la vida es la falta de interés por cualquier estudio”.
- “Del mismo modo que los intereses de las etapas anteriores de la vida acaban, acaban también los de la vejez. Cuando esto sucede, el cansancio por la vida ofrece el momento oportuno para la muerte”.
- “Los más sabios mueren con el mayor sosiego de ánimo y los más necios, con gran desasosiego”.
- “Me voy de la vida como de un hotel, no como de mi casa. La naturaleza nos concedió la posibilidad de pasar una temporada en una hospedería, no de habitarla”.
- “Si me equivoco en esto, en creer que las almas de los hombres son inmortales, me gusta equivocarme”.
- “La vejez es en la vida como el final en una obra de teatro: debemos evitar cansarnos de ella, especialmente cuando se une a la saciedad”.
************
"Cicer arietinum" es como se llamaba a los garbanzos.en latín. De ahí viene el apodo de Marco Tulio, dicho Cicerón. Quiere decir garbanzo. Y es que el pobre de jovencito quería ser orador, pero era tartaja. Para curarse este defecto se llenaba de garbanzos (crudos) la boca e intentaba habar así. No lo entiendo mucho, pero como era muy voluntarioso lo consiguió. Y ser el mejor.
Muchos políticos de hoy deberían emplear este método, porque tal mejoraría su oratoria, que deja mucho que desear.
Cicerón |
Guisote garbancero |
La planta del garbanzo |
No hay comentarios:
Publicar un comentario