Las revoluciones

Las revoluciones sólo gustan a quienes las hacen, porque ellos SÍ saben porque las hicieron. Las generaciones posteriores, que no las han hecho, oyen a sus mayores suspirar de que sus hijos han perdido el espíritu revolucionario. Y los hijos rechazan la austeridad que suele seguir a una revolución. Esto pasó en la Unión Soviética, y pasa en Cuba. Los franceses no tuvieron este problema, porque como todo el mundo sabe, son unos frívolos...

Ahora los jóvenes cubanos están muy contentos porque Obama va a verlos, y se sienten felices porque van a poder comprar ropa de marca, moderna, y acceder a todas las delicias del capitalismo galopante en el que vivimos, y que se está cargando el planeta. Pero estos chicos no piensan en nada de ésto, no se dan cuenta de lo que les libró la revolución castrista. Entonces, bajo el mandato del presidente Batista, a sueldo del Tío Sam, Cuba era el burdel de los USA y vivían miserablemente y de rodillas.
Hasta que en Sierra Maestra Castro, el Che y otros libraron a la isla de su vergüenza.
No sé a qué va ahora Cuba. Esperemos que se den cuenta de lo que hacen y no tropiecen dos veces con la misma piedra.

 

Camilo Torres y el Che

El General Fulgencio Batista, dictador al servicio USA

 

Camilo Torres, cura pionero en la Teoría de la Liberación