El Valle de los Caídos, donde 22.000 víctimas de Franco descansan junto a su verdugo

Franco, siempre ¡presente!

Ceremonia en el monasterio. Los monjes no se oponen a la exhumación. Son partidarios del papa Francisco

Falangistas y extremoderechosos, siempre presentes en el Valle

La basílica por dentro. No, si bonito todo es. Menos la tumba de Franco allí enmedio, como si hubiese muerto en olor de santidad, y no derramado tanta sangre. En la guerra civil española murieron muchos, pèro en la posguerra muchos más, torturados y luego asesinados. Toda España está llena de zanjas y prados donde si se excava un poco se encuentran huesos. Los familiares que más o menos saben dónde asesinaron a sus parientes los sacan para enterrarlos debidamente.

Fue precisamente el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero quien creó en el 2011 una comisión de historiadores y juristas destinada a reinventar el Valle de los Caídos, un gigantesco mausoleo que alberga, además de las tumbas de Franco y el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, los cadáveres de en torno a 22.000 personas ajusticiadas por orden del dictador, que descansan en fosas comunes y cuyos restos fueron llevados hasta allí -en su mayoría- en contra del deseo de sus familiares. Pero el general quería crear un espacio de homenaje a los “héroes y mártires de la cruzada” y ordenó el traslado de los cadáveres y la construcción del monumento, que se prolongó de 1940 a 1958 y en la que participaron presos políticos, a cambio de reducción de condena.