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Pieles NO

miércoles, 19 de febrero de 2020

Adoptando gatos (No compres, adopta)

Gato  Ramonet, alias "El Tete"
Ni un euro, ni  un duro,
me costó mi gato callejero puro.

Yo quería adoptar un gato, porque se me había muerto uno muy viejecito, y me encapriché con uno de la raza Bosque de Noruega, que son unos gatos que antes fueron gatos monteses en Noruega, y los gatofilos habían creado una raza para que no se perdieran. Los machos llegan a pesar hasta 14 kilos, y en Palma había un criadero. Paco y yo fuimos a verlos y realmente estaban muy bien cuidados y alojados.
Un gatito de 3 meses, que ya pesaba lo suyo, valía mil euros. A mí me gustó tanto que me apalabré con uno de ellos y me lo reservaron. Pero dijeron que antes tenían que visitar nuestra casa, a ver si era adecuada para un gato aristócrata y caro como aquel. Yo contesté que me parecía bien -una adopción es una cosa seria-
Vinieron a casa, y mi gozo en un pozo. En cuanto salieron a la terraza ya me dijeron enseguida que imposible, pues la tela metálica para que no se cayeran a la calle era demasiado baja.No era cierto, y Paco la había puesto allí para los nuestros, pero aquellos gateros exquisitos (eran dos chicos) dijeron
que sus gatos, cuando cazaban pájaros, daban unos saltos mucho más arriba  y que se matarían. Que no.
Yo me quedé muy frustrada, pero no quise discutir, porque creo que no mentían, y yo no quería tener un disgusto tan grande.
Entonces le dije a Paco que yo quería un gato a toda costa, y que me daba igual que tuviera o no pedigree, que fuera descendiente del gato de Richelieu o callejero desde generaciones.
Entonces fuimos a Son Reus, que es del Ayuntamiento de Palma y allí hay perros, gatos y hasta un caimán esperando un amo.
Entramos allí y me dieron una pena... estaba bien y limpios, pero tristes y con poca comida. Yo al pasar delante de una jaula noté una pata negra que salía y me tiraba de la manga del jersey. Me volví, y entonce lo vi. Era EL. Pasé una mano entre los barrotes y le rasqué la tripa. Entonces se puso boca arriba, sin dejar de ronronear y hacerme la pelota, y me conquistó. Ya no quise ver más. La verdad es que los hubiese cogido a todos, pero eso no era `posible. Ya tenía dos en casa. Si hubiera tenido. un jardín sí, pero yo vivo en un piso, con terraza, eso sí. Y bien que la disfrutan.
Los perros daban más pena, porque no tenían el don de la palabra pero en sus ladridos  decían a los que pasábamos por allí "¡llévame!!". Y los gatos hacían posturitas. Me acuerdo de una gata que coqueta se ponía de lado. Desde luego, todos los seres vivos tienen cosas comunes. Parecía una chica en un concurso de misses. Nunca la olvidaré.
Todos estos animales, como llegan a ser muchísimos después de Navidad o antes de vacaciones, pues es cuando los amos los abandonan, y los más los dejan en el campo y se van en el coche corriendo, o los atan a un árbol para que no puedan correr detrás  -me parece horrible-, pues los refugios están llenos y tienen que sacrificar muchísimos.Espero que lo hagan con una inyección indolora, pues hay otras que hacen sufrir mucho...
A mi Tete le salvé la vida, y me quiere mucho. Después dirán que los gatos no son agradecidos.  Los tres que tengo son un encanto y no me han arañado nunca...
Pues El Tete ya tiene 10 añitos, que los ha cumplido ahora, y me gustaría que viviera 10 más. No es imposible, a mí los gatos me viven 18 años o más.Si están bien cuidados, vacunados cada año y al veter si tienen algo raro, si no cogen una enfermedad grave y sin cura, viven más que los perros, que los grandes no suelen sobrepasar los 14. Y mucho amor. Eso les da vida, como a todo el mundo.


La Loli
 Otra vez que queríamos también un gato, -no recuerdo, pero seguramente había alguna baja, y yo siempre me consuelo adoptando a otro. No comprendo esa gente que dice, cuando se le ha muerto un animal, que "jamás, No voy a adoptar ni comprar otro. He sufrido tanto..".- Vaya egoístas, si la mejor manera de consolarse es sacando a un chiquitín (o dando algun año feliz a un viejo) de un refugio...Y los peores no son los del Ayuntamiento, sino algunos privados que son verdaderos campos de concentración, tortura y muerte para ellos.
Hace poco estuvo en Son Reus una señora abandonando allí un perro "porque es viejo y se ha vuelto muy feo". "Pues señora",- le hubiera contestado yo."-Ya puede usted quedarse también, que está feísima y gorda..."
Ya me había ido por los cerros de Úbeda, y yo lo que quería decir es que una vez adoptamos  otro gato y fuimos al Centro Canino, y allí había unos 20, y estaba todo bien arreglado.
Paco dijo: "-Yo quiero a ése".
Y señalaba una gatita, la que fué La Loli después, que vivió 18 años y que cuando Paco murió ella envejeció de repente y ya casi no podía andar, por lo que la tuve que llevar a que la durmieran, donde yo sabía que no iba a sufrir.
Paco quería tanto a esta  gata , que una vez que enfermó -pero se curó- tenía que estar en la clinica veterinaria con suero, y por las noches la iba a buscar y dormia con ella, y por las mañanas la devolvía a sus medicas -alemanas y holandesas- para que siguieran enchufandola, y así hasta pasados bastantes días, cuando le dieron el alta. Yo le decía a Paco:
-Menos mal que no soy celosa, porque lo iba a pasar muy mal.
A mí me parecía enternecedor que un hombre tratara así a un animal, que además, como los otros, no nos habían costado un céntimo. Pero mencionar este tema aquí, me parece hasta obsceno. Los animaleros de verdad me comprenderán.


El Tete, ahora. Está mucho más guapo que cuando cachorro. El amor, que lo puede todo.

Espero que haya un cielo para ellos, para todos los animales. Como decía no recuerdo que filósofo frances, "Un cielo sin animales no me interesa". 

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