Isla de Patmos,en Grecia, donde San Juan escribió el Apocalipsis. Este es su unico puerto.
Isla de Patmos |
Entrada a la gruta del Apocalipsis, donde se cree que San Juan escribió el último libro de la Biblia. |
No me gusta titular en inglés, pero es que esta vez viene que ni pintado.
Lo que dice el libro del Apocalipsis no me lo creo al pie de la letra, pero sí que es curioso que todo lo que está pasando en este lugar del Universo en que vivimos ya lo decía el apóstol hace 2.000 años.
San Juan se recluyó en esta mini-isla griega, que si ahora ya está donde San Pedro perdió la gorra, antes(y ahora) vivir allí debía ser tal oasis de paz, que a mí me da envidia. Siempre me han atraído estos lugares apartados del mundanal ruído.
Pues según la tradición, San Juan se recluyó en una gruta para escribir sin que nadie le molestara su libro, que en la Biblia está al final y es así como terrorífico.
Las cosas que anuncia han pasado siempre, pero no como ahora, todas a la vez.
Interior de la gruta, así como donde está la imagen de abajo |
Anuncia inundaciones, y nunca había tantas a la vez, así como "los árboles quemados por el fuego". Recordemos la Amazonia y los numerosos fuegos que asolan la Tierra. "La tierra quemada"...
"La gente beberá agua contaminada y morira", como en Africa ya sucede. Y el hambre, uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis. El Africa negra...de la que nadie se osupa y ya no hay titulares en la Prensa.
"La cuarta parte de los animales morirá". A mí me parece que se queda corto... Los tigres se extinguen, los osos polares se mueren de hambre...
Muchos otros animales también están en peligro de extinción.
El cambio climático, que parece no dar marcha atrás,gracias a gentuza como Trump, Putin, que les conviene que esto no se pare, para sus espúreos intereses. Trump dice que quiere buscar petróleo en el Artico, como si los pobres osos no tuvieran suficiente con el derretimiento del permafrost y los icebergs...
Aquí se ve la isla de Patmos, lugar para esconderse y que no te encuentra nadie |
Estos últimos me hacen pensar en la ciudad china donde ha aparecido el brote de Coronavirus, que fué precisamente en un mercado donde se vendían murciélagos, tapires, cobras y otros bichos, (encantadores en su ambiente, pero no para comérselos) muy apetitosos para los chinos, que a lo largo de la historia han pasado tanta hambre que son capaces de comerse las cucarachas. De hecho me parece que ya lo hacen)
De la guerra ya no hablemos, siempre hay alguna en marcha.
La peste. Ya tenemos una nueva, el dichoso coronavirus, que la verdad es que no mata como lo hacía la peste negra,-que se cargó a dos tercios de la población de la Europa medieval- pero que tampoco es manco, y me parece que lo tenemos instalado para rato.
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Bueno, después tanta nefasta profecía, que espero que os haya parecido su lectura amena, me despido, no sin antes lavarme las manos porque me han dado cinco euros de un cambio, que deben estar llenos de micobios.
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