Es la primera vez que los bárbaros ganaban en batalla frontal a varias legiones romanas, cosa que nunca había sucedido antes y que dejó a los romanos, que se creían invencibles, en estado de estupefacción.
Los bárbaros, varias tribus del Rihn y el Elba coaligadas y capitaneados por Arminio, que era líder de una de esas tribus.
El tal Arminio había sido educado en Roma, cosa que no tenía nada de raro. Los romanos solían educar con los niños de su nobleza a hijos de jefes bárbaros, creyendo que al ver el poderío de Roma y su arte de guerra querrían unirse a ellos. Pensamiento un tanto inocente, pues Arminio, que no olvidaba sus origenes, cuando pudo les combatió y les ganó, siendo esta victoria el principio de la caída del Imperio.
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