Antes decía yo que no me gustaba el carnaval, lo que es una pequeña fobia, pues no me coge ningún telele si veo imágenes por TV, por ejemplo, del de Rio y del de Canarias pero no me apetece NADA estar allí. Otra cosa parecida, pues también la gente va disfrazada, es lo que siento en el circo. Esto, sin embargo, es heredado de mi padre, hombre de pocas manías donde las haya. Pero no podía soportar el circo, decía que le cogía una tristeza terrible, que lo pasaba mal. Yo solo he estado una vez, cuando era pequeña, y no me lo pasé nada bien. Me salió la misma cosa de mi padre, y todo me pareció deprimente, los payasos horrendos, lo único que me gustó un poco fueron los trapecistas. No he vuelto más.
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