Supongo que más de uno lo pensaréis, al leer ésto. Pero es que los juegos de azar no me gustan nada. Si yo pudiera, los prohibiría. Son la desgracia de muchas familias. Y el bingo. Las mujeres sobre todo están enganchadas a las maquinitas y muchas no viven sin el bingo. En todos los casos son un engañabobos, pues siempre el jugador-a sale perdiendo. Cerca de casa tengo una sala de éstas y cada vez que la veo me cabreo.Sin embargo, soy partidaria de la legalización de las drogas, y si el Gobierno, sea el que sea, no se atreve a hacerlo, es que tienen miedo de los poderosos capos, mucho más poderosos que ellos, o que están comprados. La Ley Seca en USA fué un completo fracaso. Ahí sí que daría yo libertad. Pero en las malditas maquinitas y similares no. Porque gente que nunca había jugado se engancha sin darse cuenta. En cambio, meterse un pico o una raya ya es más difícil si no se ha hecho nunca. Al menos esta es mi opinión.
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