pieles no
sábado, 14 de enero de 2012
Viaje al Nepal
El viaje al Nepal fué uno de los más maravillosos que he hecho. Como sucedía en la India, era como estar dentro de un cuento. El Nepal era un gran desconocido hasta muy avanzado el siglo XX. Porque era dificilísimo llegar a él, al estar rodeado de montañas, los Himalayas. O mejor dicho, sus estribaciones que le separaban de la India..El Nepal no existía como país, sino que era una región de ciudades-estados independientes, regidas cada una de ellas por rajás. La palabra marajá viene del sánscrito maha-rasha, que quiere decir Gran Rey. Maha-rani Gran Reina. Nosotros estuvimos en bastantes de estas ciudades-estado. La principal es Pasupatinath, Esta ciudad es como salida del pasado. Solo por las bicicletas se nota que estamos en el siglo XX.Está toda llena de palacios, templos y stupas. También hay casas para la gente, encaladas, y e s importante esta ciudad porque por ella pasa un río sagrado, cuyo nombre no consigo recordar, y que es afluente del Ganges. Al serlo también es sagrado. En las orillas del río hay muchas piras donde queman los cadáveres. Luego las cenizas van al río. Uno no se puede convertir a la religión hindú. Es la única religión que yo sepa a la que no es posible convertirse, pues hay que haber nacido hindú para ser hinduísta, pues naces en una casta y de ella es imposible salir.o entrar. Casarse fuera de su casta está mal visto. Pero Indira Gandhi estaba casada con un intocable. Hay cuatro castas principales: Los brahmanes, la superior, que suelen ser sacerdotes y gente importante y tienen la piel casi tan blanca como los europeos. Los chatryias, o guerreros,,que suelen ejercer profesiones liberales, Los vaishas, que son los mercaderes y comerciantes y los sudras, que hacen los trabajos de limpieza y cosas así. Y luego están los parias, o intocables, que estos no tienen casta. Los descastados, vaya. Lo curioso de un funeral hindú es que la tea encendida con la que el hijo mayor o el pariente de más respeto del muerto enciende la pira la tiene que tomar de la mano de un intocable. El por qué no lo sé, pero así ha sido siempre. Los ricos queman sándalo, y entonces el olor a carne quemada se junta con la de la madera. Es fascinante. Pasupatinath es una ciudad preciosa. Tiene unos templos o stupas que tienen una forma redondeada con una cúpula de pan de oro. Alrededor se quema incienso, y está todo lleno de gurus y santones meditando.No te hacen ni caso y hay que saltar por encima de ellos para ir de un lado a otro. Allí no matan animales, pues creen que pueden ser la reencarnación de algún pariente, y está todo lleno de perros y monos., La gente les da las sobras de las comidas y están todos gordísimos. Gatos hay pocos. Les dan las sobras porque no se puede guardar restos de una comida para zampárselos después, como hacemos aquí, que los metemos en la nevera y nos lo comemos al día siguiente. Allí no se puede guardar nada. Es impuro. También hay tantos animales porque cuando los chinos invadieron el Tibet, se comieron a todos los perros y gatos, pues los chinos no tienen manías, y muchos animales se fueron a vivir al Nepal, donde están a cuerpo de rey. Yo recuerdo haber visto, y le hice una foto muy graciosa, a un viejo haciendo la siesta bajo el solecito con la cabeza apoyada en un perrazo dormido. Aquel perro no era suyo, los animales son de la sociedad.
Una cosa curiosa que ahora me viene a la memoria y que no tiene que ver con esto pero sí, es que los musulmanes son muy amantes de los gatos, pues a Mahoma le gustaban mucho, pero a los perros los consideran impuros. Un musulmán puede tener gatos en su casa, porque son animales limpios y puros, pero si quiere tener perros tiene que tener jardín y que estén fuera.
Hecha esta salvedad, seguimos paseando por las calles de Pasupatinath. Estas ciudades estado son muy parecidas, y hablo de Pasupatinath porque es la más importante por el río, pero todas tienen el palacio del rajá, y el baño del rajá, que suele ser de mármol rosa o blanco y está fuera. Tienen estos baños unas escaleritas que bajan y abajo hay como una piscinita y allí se lavaban.
También hay, para los días calurosos del verano, y nosotros estuvimos allí en esa época, unas casas de reposo a las que se sube por unas escaleritas y que arriba hay como un mirador con bancos para tumbarse y tomar el fresco, pues el aire entra por todos lados. Están hechos estos lugares de pìedra y maderas labradas que son una preciosidad. Y la gente los conserva limpios y no son guarros como aquí que tiran las cosas por el suelo. Todo está muy limpio. Estuvimos un rato descansando allí y se estaba de maravilla.Corrría un airecillo estupendo. Encontramos a un chico de unos diez o doce años que hablaba perfectamente el español, y cuando le preguntamos dónde lo había aprendido, nos dijo que de los turistas españoles que iban allí. Yo me quedé estupefacta, pues lo hablaba de maravilla y sin ningún acento. Nos dijo que quería dedicarse a guía turístico. Ya lo era, y nos llevó por todos los rincones de la ciudad y luego le dimos una buena propina. Qué chico más cortés y espabilado. Y nunca había salido de aquel agujero.
En el Nepal hay una colonia muy graciosa, de tibetanos exiliados. Estuvimos con ellos y visitamos su templo. Nos trataron muy bien. En Oriente la gente es muy amable y nunca se impacientan ni se enfadan. No ves peleas ni se oyen gritos como en occidente.(esto cuando no hay guerra, claro).Pues estaban los tibetanos vestidos con su túnica color granate sentados en corro rezando y nos sonrieron al pasar nosotros. En el templo hay unos cilindros labrados de metal a los que se les da con la mano y giran, con un sonido melodioso, y esa es una manera de orar. También hay por todas partes unas banderitas de colores, las banderas de oraciones, de las que me traje una docena a casa. Lo pasamos estupendamente.
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4 comentarios:
En Octubre iré yo. Deseo mucho este viaje.
En Octubre iré yo. Deseo mucho este viaje.
Te gustará. Es como vivir en un cuento.La Loles
Eñ río del cual no recordaba el nombre es el Yamuná.La Loles
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