Y por eso muchos padres se quejan de que sus hijos les han salido "mal". O no como ellos querían. Mi madre pensaba firmemente que yo era "su fracaso".
Y es que para cualquier cosa, conducir, dar clase de algo, se necesita pasar por difíciles exámenes, pero para tener hijos, nada de nada. Y la gente los tiene demasiado alegremente, como una gallina pone un huevo.
En mi familia, y en muchas otras, una generación sale de derechas y la siguiente de izquierdas, y así sucesivamente. Mis padres eran falangistas y mis abuelos rojetes. Mis primos y yo otra vez de izquierdas. Y menos mal que no he tenido hijos, que si me salen fachas los mato.
Qué razón tiene Jalil Gibran, el poeta libanés, en la poesía que sigue.
Cuando la gente se casa el juez debería darles una copia de ese poema, para que se lo aprendieran de memoria, para que lo colocaran en la cabecera de su cama.
Desde luego, debe ser cosa de la Madre Naturaleza, o de los dioses,que ciegan a quienes quieren perder (un poco exagerado me ha salido, pero vaya...). Pues si la gente se diera cuenta de lo que significa engendrar un hijo la raza humana se extinguiría en un par de generaciones.
Parir un nene o nena, encontrarse mal, no dormir por las noches, tener que alimentarlo, vestirlo, quererlo, educarlo,pagarle el médico, el cole, renunciar a un montón de cosas, que te haga sufrir porque vuelve tarde, que te lleve la contraria, que se junte con gentuza, que se eche un-a novi@ que no te gusta nada, tener que pagarle viajes, una moto, una carrera, ropa. etc. etc. y todo para que el día menos pensado, -si te ha salido bien, y no un drogadicto o un delincuente-, se vaya con alguien del sexo que sea y si te he visto no me acuerdo o como mucho que te deje a sus propios nenes para soportarlos o no se vaya de casa y él-ella viva en tu casa con su pareja, de chupópteros porque no pueden pagarse un piso ni una chabola, todo esto, si las parejas heroicas que se ponen a chingar con el propósito de tener hijos lo pensaran, preferirían caparse, ligarse las trompas, el pene o lo que fuese menester antes que echar otro humano al mundo. Pero la Naturaleza es como el agua, que siempre encuentra un sitio por donde fluir, y ciega a los que va a utilizar para sus fines tremendos.
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