pieles no
viernes, 25 de enero de 2013
Los chilenos se cachondean de nosotros y las tragedias de la crisis
Estaba yo haciendo bici estática para no echar barriga mientras escuchaba el parte de noticias de las cinco. Empiezan a hablar de que Rajoy ha llegado a Chile y que ha sido recibido por el Ministro de Asuntos Exteriores, que le ha dicho entre otras cosas que estaba guapo, tenía muy buen aspecto y unas cuantas cosas sorprendentes más, pero cuando ya casi me caigo de la bici es cuando le espeta: "-¡Bienvenido a un mundo mejor!".
Hombre, señores chilenos, no hagan sangre. No sean tan crueles. Ya sé que Rajoy da risa ( a mí, porque todavía no tengo que acudir a los comedores para indigentes ni buscar comida en los contenedores de la basura)y otros le estrangularían con gusto. Pero hay que disimular un poquito, que para eso son ustedes diplomáticos. Aunque conociendo al personaje, igual se lo ha tomado como un piropo. Luego se ha puesto a hablar de grúas. Por lo visto hacia tiempo que no veía tantas.
-----
Dejemos eso. Hoy, con escaso intervalo de tiempo, me he enterado de dos noticias que me han puesto los pelos de punta. Una, la de un conocido que hace poco se ha quedado viudo y sin una perra. Ha tenido que malvender un bar que tenía y el piso en el que vivía con su mujer no era suyo. Vivia de una rentita de su mujer de 400 euros pero ahora no puede cobrar nada porque no estaban casados. No tiene para pagar el alquiler y sus vecinos le tienen que alimentar a base de bocatas y limosnas. En sus buenos tiempos fue tahur pero ahora está medio lelo y debe 40.000 euros, que por supuesto no tiene, o sea que irá a parar a la cárcel. Si fuera banquero, o príncipe, no, pero en España los que "solo" deben 40.000 euros van a la cárcel de fijo. Quizá eso sea lo mejor para él; allí al menos tendrá cama y comida.Pero tiene un carácter tan insoportable que me temo que los demás internos acabarán asesinándolo, porque aunque de mucha pena, él se ha buscado esta desastrosa situacion en la que vive y encima se enfada con quienes quieren ayudarle.
El otro desastre es una señora cincuentona que trabajaba en "unos conocidos almacenes",-como se dice siempre- y como ya era cincuentona y nada mona la han echado a la calle y han puesto en su lugar a una chica mona que no sabe nada, también cobrando una miseria. A la cincuentona le han dado una indemnización de risa y no tiene para pagar los gastos fijos ,y su marido, del que esta separada, no quiere saber nada de ella y del hijo de ambos. Que el chico es una prenda, pues es drogata y no tiene trabajo. Va diciendo mentiras a diestro y siniestro, hablando de unos trabajos inexistentes y pidiendo dinero. Esta señora es el rigor de las desdichas, pues encima está en tratamiento psiquiátrico desde hace muchos años. No me extraña, con las circunstancias en las que se desarrolla su vida. No sé si lo del abandono del marido fué antes del despido, o viceversa. Pero qué más da.
Y es que las cosas están mu má. Yo nunca creí que llegaría a ver así a este país del diablo. Nunca me gustó, y ahora menos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario