Este Papa, acabará asesinado o santo

Fotografía facilitada por 'L'Osservatore Romano' que muestra al Papa Francisco durante una reunión con varios cardenales.- EFE

Los cardenales carcas de la Curia Vaticana deben estar mordiéndose los puños ante las declaraciones que, un día si y el otro también, va haciendo el Papa Francisco. Por de pronto, y al ser nombrado, cambió la cruz de oro de medio kilo que llevaban siempre puesta los papas, por una de plata. Fué todo un detalle. Luego se negó a vivir en los apartamentos pontificios y vive en una especie de hostal para alojamiento de prelados de paso.

Cuando va por ahí de viaje o en Roma se niega a meterse en el papamóvil, pues dice que le aísla de la gente, y va con un coche normal, se baja, habla con los que han ido a verle. Cosa peligrosísima, pues cualquiera puede pegarle un  tiro o apuñalarlo.

Se ha puesto en contra a todos los cardenales de la Curia, diciendo que eran "la lepra de la Iglesia (¡toma ya!), y por si fuera poco, ha manifestado que no entendía por qué el Vaticano necesitaba un banco. (Se lo cargan, seguro)

Y la última de ayer es que ha dicho que los gobiernos no tienen que estar conchabados con la Iglesia, que los estados debes ser laicos.

¡Si Franco levantara la cabeza!

He oído por la radio cos frases de cardenales (me parece que eran un chiste) (o no) sobre este Papa tan poco común. Uno ha dicho: "-Va a ser el Papa más cochambroso de la Historia". Y el otro: "¡Vaya por Dios! ¡Nos ha salido cristiano!... "

Cuando leo u oigo todo esto, me acuerdo de las profecías de Sam Lalaquías, quien dijo del papa emérito que sería el último papa de la Iglesia. A lo mejor quería decir el último "normal".

A ver si este sigue por el camino emprendido y no lo asustan con amenazas o lo matan... La Curia tiene más peligro que una piraña en un bidet.

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El papa Francisco, con su 4 Latas. / AP

El Papa Francisco tiene un coche nuevo: un Renault 4 de color blanco, fabricado en 1984 y con 300.000 kilómetros de experiencia. Esta es la historia del cuatro latas pontificio:

El 15 de julio, don Renzo Zocca, un cura de Verona a punto de cumplir los 70 años, le escribió una carta al Papa. Le contaba que durante 25 años había sido párroco del barrio obrero de Saval y que durante todo ese tiempo había tenido un fiel aliado para ir de aquí para allá por las periferias del mundo, sobre todo en los años 80, cuando las drogas y sus fatales consecuencias se adueñaron del Villagio Dell'Oca Bianca, colindante con su parroquia.
Ese amigo leal que nunca le había dejado tirado era un Renault 4, y don Renzo le decía en su carta a Jorge Mario Bergoglio que se sentiría honrado si él, un Papa Humilde,aceptara este regalo de un viejo cura  obrero de un barrio pobre.