A la gente no le gusta hablar de la muerte porque le da miedo. Y no debiera ser así. Quien ha sido una buena persona no creo que tenga nada que temer. Además, la muerte es el descanso para muchas personas que sufren, que ya están tan ancianas que no pueden con su cuerpo. Entonces es como cuando uno se come un plátano, que se come la fruta y tira la pela. El cadáver es solo eso, una envoltura vieja y molesta que es un lastre para poder volar. Volar fuera del cuerpo, a sitios maravillosos. A menos que se haya sido un perfecto canalla, la gente normal no creo que tenga que preocuparse demasiado. Los primeros, pienso yo (es mi modo de pensar solamente) que ésos, los crueles, los despiadados, los que han hecho sufrir a personas y animales inocentes, cuando mueran, su espíritu, alma, cuerpo astral o como se le quiera llamar, no descansará durante mucho tiempo, convertido en fantasma errante, o lo que siempre se han llamado las almas en pena.
Una vez le dije a una chica que la muerte para mí era como volar, y me miró con ojos como platos, no me entendió. Para muchos , sus muertos siguen en su nicho o tumba en el cementerio, aburriéndose, y el Día de Difuntos van a ponerles unas florecillas para que no queden mal con el muerto de al lado, que siempre tiene. En el fondo piensan que siguen ahí. Cosa que siempre me ha dejado estupefacta. Bueno, los egipcios también pensaban eso, y la mayoría de las civilizaciones. Allá ellos.
Una cosa que siempre he creído, profundamente es que es una faena gorda privarle a alguien de prepararse para su propia muerte. He conocido bastantes casos que el enfermo es engañado "para que no sufra, el pobrecito". Mi abuelo materno tenía dicho a mi abuela que cuando se estuviese muriendo se lo dijera, y así lo hijo. Murió de infarto y ella le avisó. Mi abuelo no podía hablar, pero asintió con la cabeza. Mi madre y mi abuela se dieron perfecta cuenta y no hizo falta decir nada. Cuando se moría mi padre yo le dije:"-Papa, te estás muriendo". Y él me respondió: "-Ya lo sé". Yo estoy muy
contenta de haber podido despedir así a mis familiares. Pero una conocida nuestra -la verdad es que la pobre muchas lucen no tiene- me contaba contentísima que a un chico joven pariente suyo con una enfermedad incurable le habían conseguido engañar hasta el final, y había muerto haciendo planes de futuro y viajes. Bueno, pues a mi esto me parece una p....ada y una total falta de respeto.
A muchas personas les pasan cosas extrañas y maravillosas, pero no se atreven a decirlas por miedo de que las tengan por locas. Pero como mucha gente sabe que de esto no me burlo,a veces me cuentan algo. Una señora que cuidó de mi padre en sus últimos años me dijo que cuando murió su padre, al que estaba muy unida, no estaba junto a él, pero supo que había muerto porque oyó su voz en su oído que le decía "¡Adiós, Juani!". Cuando le dijeron de su fallecimiento no lloró, porque sabía que estaba bien.
Y cosas de estas pasan a diario, y a mí me han pasado a montones.
Estas cosas le reconcilian a un@ con la vida, y todo adquiere un feliz significado.
Es la larva que se convierte en mariposa, el pájaro que deja su jaula y emprende el vuelo.
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