Adolf Hitler en 1901 con 12 años (Wikimedia commons)Tal
y como titulo el post de hoy, en forma de pregunta, deseo acercaros
algunos datos sobre Adolf Hitler y los posibles malos tratos que sufrió
en su niñez por parte de su padre, lo que lleva a realizar otra
pregunta. Si así fue… ¿marcaron el destino de Europa los abusos recibidos por Hitler siendo niño?
Y es que esta es una de las muchísimas preguntas que se han planteado
la infinidad de expertos que se han dedicado a estudiar la figura de
Adolf Hitler, intentando buscar respuestas al porqué de su
comportamiento siendo ya adulto.
La inmensa mayoría fijan sus ojos
en la infancia del que se convirtió en uno de los hombres más poderosos
y temidos del planeta para intentar poder dar respuesta a las múltiples incógnitas. Pero a pesar de ser uno de los personajes más estudiados pocos son los que pueden sacar una conclusión definitiva.Se sabe a ciencia cierta que su padre Alois Hitler fue un hombre de firme disciplina y formación semimilitar, debido a su empleo como funcionario de Aduanas. La paternidad le llegó tardía, teniendo al primero de sus seis hijos a la edad de 48 años, aunque de todos estos tan solo dos llegaron a edad adulta (Adolf y Paula).
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Algunos informes indican que el año 1895 fue determinante en la vida del que se convertiría en Führer; ese año, tras jubilarse a los 58 años (con 40 años de servicio cumplidos), Alois junto a su tercera esposa Klara Pölzl y sus hijos Adolf y Edmund de pocos meses (murió antes de cumplir los cinco años) se trasladaron a vivir a una granja.
Alois el severo padre de Adolf Hitler (Wikimedia commons)El desconocimiento de la vida agrícola, la pérdida de una buena suma de dinero y su fuerte carácter (que ya de por sí era bastante violento) provocaron que el objetivo de desahogo en la ira y frustración de Alois fuese el pequeño Adolf, que por aquel entonces tenía seis años de edad.
Algunas crónicas informan que el niño trató de escapar una noche de casa, pero fue pillado. Su padre lo abroncó y ridiculizó delante del resto de miembros de la familia. Parece ser que el pequeño iba semidesnudo para poder escapar mejor.
Una serie de pesadillas repetitivas y recurrentes comenzaron a acechar a Adolf, quien finalmente tuvo que ser visitado por el médico de cabecera de la familia Hitler, el doctor Ernest Bloch. Esos sueños que le provocaban ansiedad eran persecuciones en las que era capturado y brutalmente azotado o caídas en profundos abismos.
A partir de este hecho, recientemente ha aparecido algunas informaciones que indican que el propio doctor Bloch contactó con su colega y compatriota Sigmund Freud (unos años antes de hacerse famoso con el psicoanálisis y La Interpretación de los Sueños).
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Según hicieron público el escritor Laurence Marks junto al historiador John Forrester (experto en la vida y trabajo del famoso psicoanalista), tras la consulta de Bloch a Freud sobre cómo poner remedio a esas pesadillas nocturnas de Hitler, le recomendó que fuese internado en una institución de salud mental para niños de Viena (tened en cuenta que Hitler y su familia eran austriacos).
Foto de Adolf Hitler siendo un bebé (Wikimedia commons)Pero todo parece indicar que, a pesar de la buena voluntad de Klara, su esposo se opuso a que Adolf fuese internado y tratado de dichas pesadillas; muy posiblemente para mantener oculto el maltrato físico y psicológico que ejercía sobre su hijo, siendo esto determinante en la conducta siendo adulto del que se convirtió en uno de los hombres más temidos y peligrosos que ha dado la Historia.
Aunque en este caso también nos encontramos con detractores que ponen en duda todo lo que se ha hablado y publicado sobre la salud mental de Adolf Hitler, utilizando argumentos en el que explican que si una persona visita cualquier institución mental podría encontrarse con más de un enfermo que se cree un ser superior y cuyo propósito es dominar el planeta, pero sin embargo está ahí encerrado. Si Hitler estaba loco y los informes médicos así lo confirmaban, argumentan, ¿cómo fue posible que hubiese campado libremente, ganado unas elecciones y convirtiéndose en el hombre más poderoso de Europa sin que nadie lo hubiese encerrado en un manicomio?
Como podréis comprobar, todavía queda mucho que discutir e investigar acerca de la salud mental del Führer.
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