1. El gato nuevo precisa visitar al
veterinario
El primer paso para introducir a un nuevo gato en casa
es pasar por el veterinario. El doctor felino necesita examinar al
peludo recién llegado, evaluar su estado de salud y analizar si posee parásitos internos o externos (pulgas)
que precisen tratamiento. De este modo, además, se evita que la infección
pase a los felinos que ya viven en casa, ya que este tipo de parásitos suele
propagarse entre los amigos de cuatro patas de un modo rápido.
Esta primera visita al veterinario también servirá
para realizar las pruebas de leucemia así como el test de inmunodeficiencia felina, el llamado sida de los gatos. Estos análisis son esenciales, ya que sendas enfermedades
pueden ser transmitidas al resto de los gatos de casa. "Además, aunque la
leucemia sí se vacuna, no existe una inyección contra el virus de la
inmunodeficiencia del gato", advierte la veterinaria.
Una vez comprobado el estado de salud del gato
adoptado se pueden comenzar las presentaciones felinas, paso a paso.
2. Introducir un gato nuevo en casa,
una habitación separada
Segundo paso para tener éxito con la
llegada del nuevo gato: el felino necesitará una habitación para él solo
durante los primeros días en casa. El nuevo peludo inquilino puede permanecer
en una estancia apartada, con cama para gatos, juguetes, agua,
arenero para que el felino haga sus necesidades.
Esta separación permitirá a los gatos olerse y oírse
sin someterse al estrés que implicaría un contacto directo. "Hay que asegurarse de que la habitación
esté aislada del resto de gatos y que la puerta permanezca bloqueada. Esta estancia
tranquila ayudará al felino recién llegado a sentirse seguro y a adaptarse antes a
su nueva casa", recomienda la asociación protectora 4
Paws (cuatro patas).
Una buena idea es ofrecer al gato adoptado juguetes que ya hayan usado el
resto de habitantes peludos de la casa. Y viceversa: una vez que el nuevo
inquilino los haya utilizado, estos accesorios pueden sacarse al resto de los
gatos para que ellos también puedan familiarizarse, poco a poco, con el olor de
su nuevo peludo amigo.
3. Lograr que el gato nuevo coja
confianza
Estos primeros días servirán asimismo al dueño para
conocer mejor la personalidad del gato adoptado, y para estrechar los lazos
afectivos con el recién llegado. Las caricias, los juguetes, rascador para el gato, las palabras suaves
así como los juegos con el felino serán imprescindibles para que el recién
llegado tome la confianza que precisa en casa.
"Los gatos recién llegados a una nueva
vivienda no suelen estar de humor para jugar, por lo que la adaptación debe ser lo
más tranquila posible, y el ambiente muy sosegado y libre de ruidos",
apunta la asociación Humane Society, dedicada a encontrar casa a los perros y
gatos sin hogar que la necesitan.
Otro consejo: los cachorros de gato y felinos adultos
temerosos tienden a buscar el rincón más recóndito de la habitación, un refugio donde
ocultarse. Este espacio puede ser la parte trasera del sofá, un hueco detrás de
la estantería de los libros o cualquier hueco similar.
Lo recomendable es invitar al gato a que ocupe el
centro de la habitación y evitar que se esconda. Una vez que se sienta seguro,
esto logrará que gane confianza en sí mismo y pierda el temor. Pero, ¿cómo lograr que un
felino asustado no trate de ocultarse?
Unas toallas o mantas pueden valer para tapar
los bajos del sofá y evitar así que este inmueble le proporcione el escondite que busca. La
cama del gato (mejor en alto) puede colocarse en mitad de la habitación:
llenarla de juguetes y colgarle algún móvil para golpear y corretear también
será un apoyo para que el tímido recién llegado gane confianza en sí mismo.
Por supuesto, las caricias y cuidados al resto de los
gatos de la casa también deben incrementarse.
4. Presentaciones felinas en
transportín, paso a paso
Las peleas entre gatos que aún no se
conocen hay que evitarlas con ayuda del transportín y de los brazos del dueño
durante las presentaciones
Las presentaciones entre los distintos gatos
que aún no se conocen no pueden forzarse. "Los encuentros deben realizarse
paso a paso", explica González. Lo ideal es utilizar el transportín para estos primeros
acercamientos.
¿Cómo? Hay que colocar al gato nuevo en un
lugar central de una habitación principal y frecuentada por los gatos de la
casa. "Los demás gatos se acercarán a olerle, a reconocerle, poco a poco,
cada uno a su ritmo", explica la veterinaria.
Un truco que funciona para animar estas primeras
reuniones es colocar algunas golosinas o latas de comida para
gatos a una distancia reducida del transportín. Estos comestibles ayudarán a los
felinos a acercarse al gato. Y a que vean su llegada como algo positivo.
La distancia de los premios al transportín puede ir
reduciéndose a lo largo de los días, con el fin de que el contacto entre los
distintos felinos sea cada vez más cercano. "El intercambio de
olores entre los felinos favorecerá que se acepten y a reducir el
estrés, algo que puede también conseguirse con el cepillado de los gatos
con el mismo accesorio", añade 4 Paws.
Estos primeros encuentros con transportín deben ser el
único contacto durante los cuatro o cinco primeros días del gato en casa. Las
reuniones protegidas de este modo pueden realizarse, por ejemplo, durante media
hora, varias veces repartidas a lo largo del día.
5. Encuentros felinos con el gato en
brazos
Tras estos primeros cuatro o cinco días de contactos
con la protección del transportín y premios, los gatos ya están preparados
para entablar un acercamiento algo mayor. Sin embargo, en esta nueva etapa los
felinos también necesitarán nuestra ayuda. ¿Cómo hacerlo?
Lo correcto es tomar al gato nuevo en brazos y
sentarnos en un sofá o sillón cómodo, con el fin de que el resto de los peludos
inquilinos puedan acercarse y tocarle. Sin embargo, no hay que soltar al nuevo
gato: nosotros debemos ser mediadores de estos acercamientos.
Los gatos podrán olerse, rozar sus cuerpos y
tocarse con la protección de nuestros brazos. Las palabras amables,
pronunciadas en un tono suave y cariñoso serán agradecidas por todos los
peludos inquilinos, y ayudarán a liberar tensiones. Si además las acompañamos
de caricias y premios comestibles, el estrés se reducirá de forma notable.
Esta fase de presentaciones dura otros cuatro
o cinco días. Una vez que termine el encuentro en los brazos del dueño, el nuevo
inquilino debe volver a su habitación. "Todos estos encuentros controlados
por nosotros servirán a los gatos para reubicar poco a poco al nuevo felino en
la familia, y encontrarle su espacio", dice González.
Los gatos tienden a organizarse y
repartirse tanto el espacio como los horarios. Por ello, estas reuniones
vigiladas servirán para que los gatos de casa encuentren, poco a poco, el hueco
que le corresponde al nuevo peludo inquilino de casa.
La llegada de un nuevo gato a casa puede ser motivo de
conflictos con los demás miembros felinos de la familia, pero desaparecerán si conseguimos que la
toma de contacto entre ellos sea adecuada.
6. Encuentros entre gatos vigilados
Diez días después de su llegada a casa, los gatos ya
están preparados para encontrarse sin la mediación física del transportín o la
protección total de los brazos del dueño. Llega el ansiado momento de que
los felinos puedan inspeccionarse, olerse, tocarse y, por supuesto, de
jugar en libertad.
Estos encuentros, sin embargo, también deben ser
supervisados por nosotros. Tampoco hay que dejarles juntos si nos vamos de casa hasta que no se esté
seguro de que los conflictos han cesado.
Aunque es normal que algún felino bufe un poco
o sea algo más gruñón que los demás, las peleas entre gatos no son productivas y deben evitarse:
solo servirán para hacerse daño y aumentar la agresividad entre los felinos.
Las refriegas entre felinos, si se dan, hay que pararlas de golpe: separar a
los gatos y volver a intentarlo más tarde. Este tipo de peleas, sin embargo, no
siempre se dan, y cuando ocurren, se reducen con el tiempo.
Sin embargo, si la adaptación se hace del modo
correcto, es muy extraño que haya problemas o que las refriegas entre los
peludos inquilinos se prolonguen. Con nuestra ayuda, los bufidos darán -poco a
poco- paso a los juegos y, con ellos, lo normal es que florezca la amistad entre los gatos de casa.
¡Feliz bienvenida a la familia felina, amigo gato!
Gatas y gatos amigos que se pelean
Dos gatos amigos pueden pelearse, o
tratar de hacerlo, de modo ocasional durante los primeros meses de convivencia.
"Estas peleas suelen ser algo más frecuentes cuando se trata de dos
gatas", explica la veterinaria Patricia González.
Las trifulcas entre felinos deben ser
frenadas: hay que convencer a los gatos de que deben ser amigos y de que,
además, esta amistad les reportará más beneficios que perjuicios. En la mayor
parte de las ocasiones, las peleas entre gatos que viven en la
misma casa desaparecen, de forma que solo el 10% de los felinos compañeros de
piso las mantienen a lo largo de los meses de forma esporádica, según la
estadística de tenencia de animales domésticos elaborada por la Asociación
Americana de Veterinarios.
La paciencia, los premios duplicados, los
mimos multiplicados, los juegos compartidos y animados por el dueño y las
caricias a dos, tres o cuatro bandas (en función de los gatos que haya en casa)
serán una ayuda esencial para lograr que los gatos adoptados tengan el
hogar que se merecen. Y unos amigos peludos con el que compartirlo.
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