Hay que tener respeto al mar. El Mediterráneo es muy traidor, sobre todo para personas de los mares del norte, que muestran su fiereza. Pero en el mar de Ulises y las sirenas, una tormenta o un oleaje puede desencadenarse en un momento. A mi me pasó, no como estos señores, sino nadando en mar abierto. Menos mal que conservé la calma y con mucho esfuerzo y respirando después que las olas pasasen por encima de mi cabeza logré acercarme a un farallón donde había una argolla de hierro y la sujeté con todas mis fuerzas y pude salvar la vida.
También es muy peligrosa la resaca, y se nota enseguida nada más meterse en el mar.. Es una fuerza que te succiona mar adentro y en cuanto se nota hay que salir enseguida del agua.
En Mallorca cada año mueren varios extranjeros por imprudencias, y siempre suelen ser gente del norte, que se creen que el Mediterráneo es como un lago. A veces sí lo parece, y entonces es delicioso nadar en su agua cristalina color turquesa. En las calas de Mallorca, que están bastante protegidas, no suele haber problemas, pero por si acaso hay que nadar con prudencia cuando se está en un sitio desconocido.
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