Los niños suelen exigir a sus padres que quieren un cachorro, y éstos muchas veces acceden.
Resultado: Después de Navidad y Reyes cientos, miles de cachorros de perros y gatos (no es exageración) malviven en los refugios y son finalmente sacrificados. Un animal que creia haber encontrado un amo, y de pronto lo tiran en un refugio lleno de perros y gatos como él.
No se merece esto.
Los padres, cuando acceden al capricho de sus niños les dicen siempre que deberán ocuparse ellos mismos de animal, y si es un perro, tendrá que sacarlo por la mañana y por la tarde para que haga sus necesidades, limpiarlo, vacunarlo una vez al año, y una serie de trabajos a los que el niño dice que sí, que sí lo hara.
Bueno, lo cierto es que la primera semana lo hace, pero cuando se da cuenta de que todo esto requiere madrugar más, y encuentra molestas estas obligaciones, siempre recaen en la madre. Esta aguanta poco, porque por lo general las madres ya no querían la llegada del nuevo huésped, el cual es llevado a un refugio, donde malvivirá hasta que lo liquiden, o, peor aún ,sus amos lo llevarán en coche a un lugar lejano , acelerarán el coche, el perro detrás corre y corre, pero claro, no puede alcanzarlo.
Estos animales, perros y gatos, después de Navidades quedan en la carretera. Ellos no saben , como dicen los crueles "amos", "buscarse la vida" y acaban bajo las ruedas de un coche.
Todo esto no es exagerado, cada año lo veo, y pienso en los inadvertidos amos, que no tienen nada en el cerebro.
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