Eugène Scribe, gran comediógrafo francés, se encontró un día con Alfred de Musset, que, aparte de haber sido amante de George Sand, era también un autor que se ha convertido en clásico de las letras francesas.
-Señor de Musset, sus comedias son encantadoras. ¿Cuál es su secreto?
-¿Y el suyo, señor Scribe?
-Mi secreto consiste en querer divertir al público.
-Pues el mío es el de querer divertirme yo.
Los dos sistemas son válidos. Lo importante es tener talento.
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Un solterón empedernido a una amiga que le recomendaba que se casase:
-¿El matrimonio?. Querida amiga, ya tengo bastante con el adulterio...
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