pieles no
martes, 15 de noviembre de 2011
Leni Riefenstahl y una cierta estética
Leni Riefenstahl era una bailarina alemana muy guapa contemporánea de Hitler. Tuvo que dejar el baile porque se rompió un menisco. Entonces empezó una carrera de actriz, haciendo unas películas horrendas, como "La luz azul".Yo intenté verla y no pude aguantar ni cinco minutos. Se pasa todo el tiempo en las montañas alpinas saltando de risco en risco como una cabra. Tenía muy buen tipo, pero nada más.
Pero al fin encontró su verdadera vocación. Conoció a Hitler y simpatizó enseguida con él. Le propuso hacerle reportajes de propaganda nazi y él contestó que sí.
Son los mejores documentales de desfiles que se han hecho nunca. Hizo uno, "El triunfo de la voluntad", magistral, que pongo aquí. El otro es aún mejor. Sobre los Juegos Olímpicos en Berlín, que si lo encuentro, también lo pondré.
Yo debo confesar que los desfiles me chiflan, sobre todo si están bien hechos. No todo el mundo sabe desfilar como es debido. Son maestros en esto, por ejemplo, los alemanes y los rusos. Yo me quedaba boquiabierta ante aquellas paradas que los rusos soviéticos organizaban en la Plaza Roja, o con los antedichos documentales alemanes. Pero los negros, por ejemplo, son un desastre para eso. Lo que se les da bien es bailar y follar, pero desfilar no es lo suyo.
Mi padre, que era milico, me llevaba a todas las juras de banderas y desfiles habidos y por haber, y yo disfrutaba como una loca.Me daban igual del color que fueran, eso de ver una masa masculina moviéndose todos a la vez me ponía una barbaridad, aún llevando todavía calcetines.
A Leni se le notaba que le gustaban más los hombres que a un tonto un matasuegras, pues sus documentales tienen altas dosis de erotismo. A Hitler no había manera de arreglarlo, pero algunos militares y soldados que salen en estas pelis de propaganda están pero que muy bien. Y de los atletas alemanes, no digamos.
Terminada la guerra , los aliados la metieron en un manicomio para hacerle un lavado de cerebro y "desnazificarla". Otra se hubiera vuelto loca, pero Leni era más fuerte que un roble y aguantó todo. Cuando por fin la dejaron en paz se fué a hacer documentales sobre los negros Nuba, en Africa, con lo que demostraba que de racista nada, que a ella lo que le iban eran los machos cachas, fueran arios, negros o a cuadritos.
Hizo toda su vida lo que le dio la gana, y se murió hace pocos años, a la respetable edad de 102 tacos.
No está mal. Aprovechó bien su vida. No todo el mundo puede decir lo mismo.
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