Las pesadillas

Publicado por Judith Márquez

Todos estamos de acuerdo en que levantarse en mitad de la noche, sobresaltado y sudoroso, no es nada agradable. Pareciera que nuestro cerebro nos jugase una mala pasada y no logramos encontrarle el sentido la mayoría de las veces. Sería comprensible en el caso de que tuviésemos un mal sueño si antes de acostarnos viésemos un película de terror, o si durante el día nos hubiera sucedido algo especialmente negativo. Pero a veces ese no es el caso.

La gran pregunta es: ¿sirven las pesadillas para algo? ¿son útiles o son una mera reacción ante acontecimientos estresantes?

Mucha gente cree que soñar con algo determinado tiene un significado particular y acuden a un diccionario de sueños. La ciencia moderna afirma que los sueños forman parte de la actividad eléctrica del cerebro. Y los defensores del psicoanálisis defienden que son mensajes del inconsciente para avisarnos e indicarnos que algo falla en nosotros y así poder hacer algo para mejorar nuestra vida. Su misión, aunque no sea del todo evidente para el soñador, es dar un mensaje, un toque de atención.

Las pesadillas, que forman parte ,como no podría ser de otra manera, del mundo onírico, pueden ser el medio por el que el inconsciente nos está aconsejando que debemos cambiar algo en nosotros, que tal vez no hemos elegido la opción correcta, que nos estamos traicionado a nosotros mismos y que, en definitiva, nos hemos desviado de nuestra verdadera meta. Así mismo, una actitud moral incorrecta que nos haga sentir culpables activará en nuestro interior sueños incómodos e incluso angustiosos que nos harán revivir nuestra acción, sugiriendo que la cambiemos. Traumas que han sido reprimidos y hemos preferido esconder en algún lugar de nuestra psique conducen a la aparición de pesadillas que se repiten una y otra vez hasta que éstos “salen” a la conciencia y pueden ser curados.

Como se ve, las pesadillas se pueden considerar un verdadero regalo.

Hemos mencionado las pesadillas que se repiten, conocidas también como pesadillas o sueños recurrentes. Aparecen cuando el individuo se niega a resolver el problema que las origina (y este suele ser muy, muy importante), porque negar que existen o despreocuparse no sirve de nada: siempre vuelven.

Para intenta dar una respuesta, o al menos una pequeña pista, sobre lo que podría querer decirnos nuestro inconsciente, vamos a exponer algunas de los sueños que tienen carácter universal. Los más comunes son:

Soñar que se es perseguido:

Aquello que nos persigue suele representar algo que nos negamos a afrontar, por ejemplo un problema o una situación determinada en nuestra vida. También puede significar no nos atrevemos a aceptarnos tal como somos y renegamos de alguna parte de nosotros. Esa parte es la que nos acosa en sueños y pide que la reconozcamos.

Soñar que se es incapaz de moverse, hablar o gritar:

Hay algo que nos está impidiendo progresar, que nos está paralizando. Tal vez sea una preocupación debida a una circunstancia personal o laboral. El que no podamos emitir sonido alguno indica que somos incapaces de expresar nuestros sentimientos libremente. En resumen, nos sentimos coartados y faltos de libertad.

Soñar con que uno se encuentra encerrado o atrapado:

El significado de este mal sueño es obvio. Aquí la pregunta es ¿qué es lo que me hace sentir atrapado en mi vida? El problema puede ser que la persona sea incapaz de abrirse a nuevas formas de ver las cosas y solucionar los problemas desde nuevas perspectivas.

Soñar con caerse al vacío:

Esta pesadilla, al menos para mí, si que es angustiosa. Sentir que uno cae y cae, sin poder hacer nada para evitarlo, es uno de esos sueños que TODOS, absolutamente TODOS, hemos tenido alguna vez. La clave está en la pregunta: ¿ cual es el problema que me hace sentir tan “cargado” que no puedo mantenerme a flote ( en el aire)? Este sueño indica a las claras que hay algo en nuestra vida que nos hace sentir inseguros y faltos de apoyo, como si el suelo desapareciera bajo nuestros pies.

Soñar con estar desnudos ante una multitud:

Es curioso pero, por lo general en este incómodo sueño, los demás protagonistas del mismo no suelen darse cuenta de nuestra desnudez. Tan sólo nosotros. Y ahí es dónde radica el quid de la cuestión: los otros personajes de esta pesadilla no perciben nuestra desnudez, sencillamente porque sólo nosotros nos vemos así. El mensaje es sencillo: no nos gustamos, no estamos cómodos con nosotros mismos, y hay que buscar el motivo de nuestros complejos y nuestra inseguridad ante los demás.

Soñar que conducimos un coche que no puede frenar:

Este sueño indica una decisión importante que debe tomarse con respecto al futuro. El inconsciente puede estar avisándonos de que debemos reducir nuestra “velocidad”, que nos pasamos el tiempo actuando atropelladamente, con prisas y sin detenernos a pensar que consecuencias tendrá eso para nosotros. Así que respiremos hondo y tomemos algo de tiempo para pensar sobre ello y cambiar las cosas antes de darnos de bruces con la vida.

Soñar que nos ahogamos ( por olas gigantes, inundaciones y demás):

El agua siempre simboliza las emociones, y así es como el inconsciente la utiliza como mensaje. A mayor cantidad de agua, mayor cantidad de emoción. Si nosotros podemos controlar el agua, controlamos las emociones. Si es el agua quien controla, son las emociones las que mandan. En este sueño el agua provoca auténtico terror. Nos vemos envueltos en ella, sentimos pánico ante la idea de ahogarnos y ya podemos correr y subir a la montaña más alta que hasta allí llegará.

Las mismas sensaciones se producen en nuestro interior cuando no podemos controlar nuestras emociones. Nos abruman de tal manera que nos falta hasta el aire. Y si se intenta huir de ellas, no sé.. volcándose en alguna distracción, de nada servirá porque ahí siguen, esperando, al acecho. Aquí la situación de la persona que sueña es sencilla de descifrar (no así de resolver, como las anteriores). Existe una clara negación de los sentimientos, o quizás una incapacidad de asimilarlos. El sueño le está indicando que sería bueno reconocer sus emociones y, sobre todo, que es tan vulnerable como cualquiera.

Soñar que se llega tarde a una prueba o a un examen:
No hace falta ser un adolescente para tener este sueño. Se pueden tener 60 años y verse en el instituto o en la universidad como cuando se era más joven. Y es que este sueño, como los otros, no debe tomarse literalmente. Un examen representaría una prueba en algún aspecto de la vida, especialmente en el área laboral. La angustia de sentir que se llega tarde y encima sin saber nada de nada, no es más que una representación de nuestra propia inseguridad en el desempeño de nuestras tareas, sobre todo si vamos a ser puestos a prueba. ¿Queremos aliviar esa sensación? Pues nada, a mejorar y a ganar confianza en un mismo.

Si os fijáis bien, podréis ver que el “truco” de descifrar estos malos sueños o pesadillas es analizar la sensación que nos produce: miedo, inseguridad, vergüenza … y asociarla a las situaciones diarias que nos provocan esos mismos sentimientos o sensaciones. Es justo ahí donde se encuentra la voz del inconsciente. Si se es capaz de oírla, habremos dado un gran paso en el camino del autoconocimiento.