Durante siglos, y aún a día de hoy, la Santa Compaña se ha convertido en una de las leyendas más extendidas de Galicia. Terror de los niños y de caminantes solitarios la Santa Compaña es una procesión nocturna de ánimas en pena (del purgatorio?) que se aparece a aquellos que tienen que morir en fecha próxima. Por eso asusta tanto.
Yo, personalmente, ni quito ni pongo, pero mi madre, la noche antes de morir, en su cama de la clínica, vió una procesión de espectros. Al día siguiente me dijo que había visto algo "de esas cosas que a tí te gustan". Le pregunté si había visto a la SC y esbozó una sonrisa. No pudo aclararme nada porque al cabo de media hora murió.
Antes de meternos en faena y comentar algunos de los puntos clave que parecen ser lugares neurálgicos para su aparición, pongámonos en situación. ¿Qué es la Santa Compaña? Propia de Asturias y por supuesto Galicia, la leyenda consiste en la aparición de una fila de encapuchados fantasmales cuya función no es otra que la de visitar o poner en aviso de una futura defunción.
Conocida también como "La Hueste", o "Gente de Muerte" la Santa Compaña, su proveniencia está arraigada a las leyendas europeas pertenecientes a la Edad Media. En ellas se menciona la aparición de un grupo de muertos o almas perdidas a caballo , y su presencia era sinónimo de tragedias, tal y como indicaron varios autores a lo largo de los siglos XI y XII en sus escritos. Lejos de ser un desfile de ánimas, la Santa Compaña conlleva un significado, un mensaje que debe ser entendido por aquellos que, por desgracia, tienen la “fortuna” de cruzarse con la Procesión. Aunque las personas que han sido testigo de su aparición abundan, la leyenda por todos conocida destaca por el cómo y el qué, siendo éstas las principales características responsables de insuflar respeto ante la sola idea de cruzarnos con el desfile de espectros.
La Santa Compaña aparece encabezada por una persona viva, un mortal que en sus manos lleva desde una cruz, pasando por un caldero con agua según algunos testigos. Junto a éste, le siguen varios encapuchados en una perfecta fila que queda acompañada por cánticos y rezos. Portando una vela, así como una pequeña campanilla, la Santa Compaña dará el pistoletazo de salida a su marcha en plena noche, levantando a su paso una densa niebla, viento y por supuesto olor a cera.
Seguramente ahora os estaréis preguntando, “y esa persona elegida para dirigir a la Procesión, ¿Quién es?”. Según explica la leyenda, además de unos pocos elegidos que han presenciado el fenómeno, el mortal que encabeza la hilera de ánimas moría pocos días después - debido a un repentino agravamiento en su estado de salud - o bien traspasaba su cruz al desafortunado testigo que se cruzaba con la Santa Compaña, siendo éste el nuevo “cabecilla” de la Estadea.
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